Desde hace unos días vuelvo a estar sin conexión a Internet en casa, esta vez por mi culpa: quemé la fuente de alimentación (o lo que sea ese trasto) del router. De esta he aprendido lo siguiente: el hecho de la clavija encaje no significa que el aparato lo puedas ir enchufando donde te de la gana.
Moraleja: aprender obviedades a veces sale carísimo...