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23 mayo 2007

Tormenta de hielo

El domingo pasado el pueblo de mi padre celebraba una romería en la ermita de la Virgen de la Sierra. Hacia las cinco de la tarde el cielo empezó a cubrirse con rapidez, y una tormenta de viento, lluvia y granizo asoló los viñedos, derribó los árboles, inundó las casas de agua, y los ojos de lágrimas. En diez minutos.

Unas horas antes, una piedra de desgraciada puntería me había agujereado el depósito de gasoil del coche mientras corría por caminos por los que se debe ir despacio, de modo que tuve que quedarme esperando al autobús para poder regresar a Madrid. Aún estaba allí cuando todo sucedió, y pude grabar estas imágenes con la cámara de fotos.



Cuando dejó de granizar corrimos a casa de Ramona, que vive a 50 metros de nosotros, en una casita baja. Ya es muy mayor, y ve mal, así que al comenzar la tormenta entreabrió la puerta de la calle para ver qué pasaba... En un par de minutos el suelo de su casa no era muy diferente al que habéis visto en el video. Pero Ramona es un pedazo de mujer que ha querido y cuidado a mucha gente en su vida, incluidas varias generaciones de mi familia, así que al cabo fuimos llegando todos y, entre risas, en unas horas aquello volvió a parecer un sitio habitable.

Ayer la tormenta volvió, doblemente violenta. El agua alcanzó tres metros de altura en algunos lugares, y muchas personas tuvieron que abandonar sus casas :(

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