<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d29664823\x26blogName\x3dQuimeria\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dSILVER\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://ceriavi.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://ceriavi.blogspot.com/\x26vt\x3d4817443575510852309', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

15 julio 2007

Bangkok


Creo que las personas pertenecemos a los lugares, igual que creo que ciertas cosas nos llaman, porque de alguna manera nos pertenecen ("res clamat domino"). No se por qué, pero sucede. Y como en el amor, no siempre resulta de un flechazo. Hay sitios que te ganan poquito a poco, de los que sin querer te vas enamorando.


A mí me pasa eso con Bangkok, una ciudad fea, contaminada, con un tráfico infernal,... pero acogedora y fascinante. La primera vez que estuve allí fue durante la escala de un vuelo, apenas unas horas. Al año siguiente sucedió lo mismo, pero tuve que pasar un día para resolver un visado. En la siguiente ocasión decidí prolongar mi estancia un día más. Así un año, y otro... Y según la iba conociendo, iba buscaba una excusa para quedarme más tiempo, porque ni una sola vez he dejado de ser feliz allí.

No hace mucho que regresé. Me fui buscando que la ciudad me acunase, porque andaba un poco maltrecha. Me fui hecha un trapillo, y he vuelto como una rosa.

Ya la echo de menos, y quería dejar constancia aquí :)




Y también de que encontré esta comida azul (que no probé),






y de la sonrisa enorme que me regaló este señor, que se gana la vida retando a los transeúntes a una partida de damas tailandesas [mientras su enorme madre no para de hablar] cuando le llevé una copia de esta foto.



y de los carteles "bizarros", como este [visto en el aeropuerto nuevo], de los que hay miles en Bangkok, y que hacen sonreir todo el rato.






y de lo bien que se come [mmm...]








y del Wat Po, que sigue siendo un sitio deslumbrante








De Coco y de Sara [versión simplificada de sus complicadísimos nombres tailandeses] que me dieron un consejo, un abrazo, y unos pinchitos de pollo buenísimos.

No se si vale como declaración de amor, pero esa es la intención ;)

Etiquetas:

3 Comments:

Blogger Mormo said...

Me alegro mucho que hayas vuelto con las pilas recargadas. Y te entiendo, hay lugares que tienen ésa cualidad. Pero me entristece pensar que el comentario que nos has dejado signifique un alejamiento del blog. No obstante, si es para que la vida te sonría como tú la sonríes a ella... adelante; te echaremos mucho mucho de menos, pero nos consuela pensar que estás feliz.

12:01 p. m.  
Blogger Mago Marco said...

Bienvenida a casa mi Paulinha!!!
Non se que te decir???
!!!mormo!!! lo dice todo!!!
Mas por favor nin que sea una vez al mes!!! non abandones !!!QUIMERIA!!! ja hace parte de mi vida!!!e ati te tengo un cariño expecial !!! colhe un tiempo e arregla tu vida personal e afectiva !!! despois de o teres resolto volve!!! nosotros esperamos por ti PAULINHA!!!


NON ES VERDAD mormo ????


UN MAGICBESO DO :magomarco

2:06 p. m.  
Blogger Mormo said...

Es verdad... me adhiero a la propuesta de Magomarco. Y añado que si necesitas CUALQUIER tipo de ayuda, cuenta con nosotros. Un beso y un abrazo.

1:45 p. m.  

Publicar un comentario

<< Volver