<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d29664823\x26blogName\x3dQuimeria\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dSILVER\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://ceriavi.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://ceriavi.blogspot.com/\x26vt\x3d4817443575510852309', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

15 febrero 2009

Hacerse mayor

Creo que fue antes del verano cuando empecé a darme cuenta de que ya no podía leer sin ponerme el libro a medio metro de la nariz. Me resistí lo que pude, pero llegó un día en el casi tuve que tirar un documento al suelo para ser capaz de distinguir las letras así que, sintiéndome matusalénica, me fui a comprar unas gafas. De esas, sí.

Primero entré en una óptica y pedí unas gafas para presbicia. La palabra me sonó tan horrible que naturalmente no me gustó ninguno de los pares que me enseñaron.

Después lo intenté en una farmacia. -Unas gafas para vista cansada, por favor- dije. E inmediatamente comprendí lo que quieren decir los psiconeurolingüistas con aquello de la importancia del lenguaje en la cognición. Salí de allí a escape.

Así que me fui a una tienda muy conocida de Madrid donde venden unas cosas monísimas y pronuncié las palabras mágicas: - Quiero unas gafas para leer.

No sólo pasé un rato delicioso probándomelas TODAS sino que, al final, con la excusa de que yo siempre lo pierdo todo, compré tres pares porque no podía decidir cuál me gustaba más. Incluso me llevé unas de graduación mucho más alta para cuando me llegue el momento, porque de ese modelo no había de la mía y eran preciosas.














Me encanta ponérmelas.

¿Matusaqué?

Bah.... ;)

Etiquetas: , ,